De mayo hasta septiembre entramos en la época mas adecuada para viajar a Moscú y San Petersburgo. La atmósfera en las calles es eléctrica – a los rusos les encanta salir y pasear a todas horas. Todo es muy festivo, prepárate para disfrutar, ¡es la época de las noches blancas! 19 horas de luz al día...
Se dice que la ciudad más bonita e impresionante de Rusia es San Petersburgo: visita el Museo Hermitage en la Plaza del Palacio, antigüa residencia de los Zares, incluyendo el Palacio de invierno.
Pasea por la calle principal de la ciudad, la Avenida Nevsky, hasta llegar a la Plaza del Senado, disfruta de las mejores vistas.
Las principales iglesias de San Petersburgo que no te puedes perder: la Catedral de San Pedro y San Pablo en la fortaleza, La Catedral de San Isaac, La iglesia del Cristo Salvador sobre la Sangre Derramada en la rivera del río, etc., la arquitectura de esta ciudad es sencillamente impresionante.
Muy cerquita de la famosa iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada está el mayor mercadillo de la ciudad y las principales tiendas emblemáticas como la Casa del Libro, Passage, Gostiny Dvor, etc.
Te recomendamos un paseo en barco por los canales en el barrio Admiralteisky, un barrio histórico antigüo donde se encuentran los edificios más bonitos del siglo XIX, recorre el Río Neva, desde ahí disfrutaras de una panorámica de la ciudad totalmente diferente.
Uno de los símbolos de la ciudad, durante las Noches Blancas, es el gran ambiente que se forma en las calles y los malecones del río Neva, están llenos de gente paseando, disfrutando y observando la elevación de los puentes. Se ha convertido en un espectáculo famoso, único y característico de San Petersburgo, muchas cafeterías, bares y terrazas están abiertas toda la noche.
En Moscú:
Visita la Plaza Roja, la Catedral de San Basilio su fachada es espectacular y el famoso Museo Estatal de Historia. Protegiendo toda la plaza con su muro de 18 metros está el Kremlin, en su interior cuenta con cuatro catedrales, un Museo militar, otro de diamantes y la Gran Torre del Campanario de Iván el Grande.
En uno de los laterales del Kremlin está el famoso Mausoleo de Lenin. Allí muy cerca también está la tumba del soldado Desconocido.
Pasea por la famosa calle Arbat y sus callejones llenos de historia reconvertidos en una importante zona comercial, donde están las tiendas y restaurantes más occidentales. De camino visita la famosa Catedral del Cristo Salvador que se encuentra a la orilla del río y merece la pena verla. El Teatro Bolshoi no queda muy lejos y su iluminación nocturna es sencillamente preciosa.
Un lugar interesante, el Monumento a los conquistadores del espacio, explica la historia espacial rusa. Muy cerca de allí está el Centro Panruso de Exposiciones, un parque con una puerta estilo a la de Branderburgo, lugar muy visitado por los moscovitas con actividades para hacer en familia.
Y algo imprescindible, por supuesto, ¡el metro! ¿Quién no ha oído hablar que el metro de Moscú? ¡es único en el mundo!
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